Este es el titular del periódico que ha llamado mi atención esta mañana.
Durante décadas, en China, solo estaba permitido tener 1 hijo, de hecho, estaba penado el tener más de uno.
Hace 5 años, el Gobierno chino autorizó a los matrimonios a poder tener 2 hijos.
Y ahora, en pleno 2021, se produce el anuncio de que permitirá tener hasta 3.
¿Qué significa esto exactamente? "El Gobierno permitirá...", pero, a partir de ahora, ¿qué se espera? ¿qué todas las familias tengan 3 hijos para poder rejuvenecer una población tan envejecida como la china? a costa de qué?
Qué se espera ahora de las mujeres chinas, que dejen sus trabajos, y se dediquen a la crianza, al cuidado de sus hijos, de sus maridos, de sus casas... qué ocurre ahora con sus estudios, sus carreras profesionales.
Habría que matizar qué significa exactamente esa permisividad.
¿Sobre quién recaerá el cuidado de esa familia numerosa?
Lamentablemente, la respuesta a todas esas preguntas será la misma de siempre, personalmente, no veo a una sociedad como la china, dejando a los futuros papás cuidando de los niños mientras las mujeres continúan trabajando fuera de casa.
En la noticia se entrevistan a varias mujeres, han llegado muy lejos, han conseguido mucho, para ahora, de repente, parece que estén obligadas a tener esa familia numerosa que sus generaciones anteriores no han podido, presión por parte de sus madres, abuelas,...
A mí me encantan los niños, tengo 2, y ojalá hubiese podido tener un tercero, pero no pudo ser por diferentes motivos, pero siempre fue mi elección, mía y de mi marido.
Cuanto camino queda aún por recorrer, cuando parece que avanzamos en unas cosas, entonces retrocedemos en otras.
Al hacer el test inicial de este curso, llamó mucho mi atención la pregunta número 9, ¿Cuándo ves pausible que vivamos en una sociedad igualitaria real?
No dudé mucho con la respuesta, enseguida marqué la segunda opción, 2078, pensé que 57 años eran muchos años... al enviar las respuestas y ver que me había equivocado en más de 100 años, mi primera reacción fue asombro, incredulidad, pero después pasé a la tristeza y el comprender todo el camino que nos queda aún por recorrer, a nosotros, y a varias generaciones que vienen por detrás de nosotros.
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